Veinticinco años después de relatar la historia de los mártires del siglo pasado, el escritor y analista estadounidense Robert Royal, a petición de ACN, ha escrito una nueva obra sobre los cristianos perseguidos en lo que va del siglo XXI.
Cuando la Iglesia conmemoró el segundo milenio del cristianismo en el año 2000, el Papa Juan Pablo II encabezó una celebración mundial para conmemorar los 2.000 años de la Encarnación. Uno de los aspectos centrales de ese Año Jubilar fue el profundo reconocimiento a los mártires cristianos a lo largo de los siglos, aquellos que dieron testimonio de su fe con la vida.
Entre quienes profundizaron en ese tema se encuentra Robert Royal, presidente del Instituto Fe y Razón, con sede en Washington D. C., quien publicó un estudio esencial sobre los mártires del siglo XX. Su investigación sugiere que en ese siglo murieron más cristianos por su fe que en los diecinueve siglos anteriores combinados.
El autor recuerda una anécdota reveladora sobre su trabajo:
“Recuerdo que, después de una presentación, una mujer se puso de pie y preguntó: ‘¿No se deprimió usted al leer sobre todos esos mártires y las terribles torturas que sufrieron?’ Al mirarla, le respondí: ‘Para nada. Lo que sentí fue que nunca había pasado tanto tiempo con personas tan heroicas y profundamente bondadosas, que incluso rezaban por quienes estaban a punto de ejecutarlos. En un mundo donde muchos damos por sentada la fe, su valentía es absolutamente inspiradora’”, relata Royal.
Ahora, veinticinco años después, Royal ha publicado el volumen complementario Los mártires del nuevo milenio, por encargo de Ayuda a la Iglesia Necesitada Perú (ACN), una fundación pontificia bajo la guía del Santo Padre, que desde 1947 apoya a la Iglesia necesitada y perseguida en más de 140 países. El 16 de abril, Royal presentará su libro en el Centro de Información Católica de Washington D. C., y el 29 de abril, en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino (el Angelicum) en Roma.
“La gran cantidad de material reunido puede resultar abrumadora al principio. Muchos cristianos en todo el mundo sufren a diario perjuicios físicos y sociales simplemente por declararse creyentes, y por eso merecen nuestra atención y apoyo”, afirma George J. Marlin, presidente de ACNUSA, en el prefacio del libro.
Royal admite que inicialmente no pensaba retomar el tema:
“Pero ACN argumentó que, dado que el Papa Francisco busca replicar lo que hizo Juan Pablo II en el año 2000 para el Jubileo de 2025, valía la pena intentarlo”, explica el autor. “El Papa Francisco quería un recuento del primer cuarto de siglo del nuevo milenio”.
“Te involucras mucho con las personas sobre las que escribes. Y esta vez, mirar hacia atrás, a ni siquiera 25 años completos del siglo XXI, ha sido una verdadera revelación”, comenta Royal en entrevista con ACN.
Mientras que su primer libro se centró en los mártires de los regímenes comunistas y fascistas, el nuevo volumen aborda el auge del islamismo radical en África y el sudeste asiático, así como la violencia del crimen organizado en países como México.
“Actualmente, los cárteles de la droga han convertido a México en el lugar más peligroso del mundo para ser sacerdote católico”, afirma Royal. “No les agrada que los sacerdotes y otras figuras religiosas se opongan a sus operaciones”.
A diferencia de su trabajo anterior, que se basó en libros académicos y archivos del Vaticano, Los mártires del nuevo milenio se nutre de reportajes de primera mano. “Gran parte proviene de las noticias diarias de ACN y otras organizaciones que informan sobre la persecución en el mundo”, explica.
A Royal le ha impresionado especialmente la determinación de los mártires africanos:
“Algunos sabían exactamente a lo que se enfrentaban, y aun así persistieron, incluso ante la opción de convertirse al islam o morir. Son personas en la primera línea de batalla, dispuestas a dar la vida por su fe”, señala.
Uno de los casos más impactantes es el del padre Vincent Machozi, sacerdote asuncionista de la República Democrática del Congo. Tras estudiar en la Universidad de Boston, el padre Machozi regresó a su país natal, a pesar del peligro, y se dedicó a denunciar las atrocidades que ocurrían en Kivu del Norte. El Domingo de Ramos de 2016, solo tres días después de publicar un informe que implicaba a los gobiernos de Congo y Ruanda en dicha violencia, diez soldados irrumpieron en el lugar donde se hospedaba y lo ejecutaron.
“El padre Machozi llevó a cabo un ministerio valiente, incluso temerario, en su intento por proteger a la gente de su tierra natal, que limita con Ruanda y Uganda”, escribe Royal. “Lo hizo, en parte, porque nadie más estaba haciendo nada por ellos”.
Quienes deseen adquirir el libro en inglés pueden hacerlo a través del sitio web de Sophia Institute Press.
